Desempeño: el secreto no está en seguir modas generalizadas o privilegiar una herramienta en detrimento de otra. Lo que verdaderamente funciona es cómo los ejecutivos administran las herramientas que eligen. Las mejores empresas se esmeraban por una implementación ejemplar. (Chiavenato, 2013)
Estrategia: lo que importa no es la estrategia (vender barato o proporcionar servicios óptimos), sino que ésta sea clara para ejecutivos, empleados y clientes.
Estrategia: lo que importa no es la estrategia (vender barato o proporcionar servicios óptimos), sino que ésta sea clara para ejecutivos, empleados y clientes.
Cultura: para los autores es un error que el desarrollo de una cultura corporativa no se tome tan en serio en la administración de una empresa. Las mejores empresas se dedican a la creación de una cultura orientada hacia el desempeño, y no sólo entre los ejecutivos, sino entre todos sus empleados. Noventa por ciento de las empresas triunfadoras relacionaban recompensa económica con el desempeño.
Estructura: para los autores no hay ningún problema con la burocracia. El problema es cuando procedimientos y protocolos necesarios en cualquier empres toman proporciones asfixiantes.
Liderazgo: no se encontró que las
características personales del directivo (abierto o tímido, paciente o
impaciente, visionario o detallista) fueran determinantes. Sin embargo, sí
otras cualidades como construir relaciones para la empresa e inspirar a los
demás ejecutivos a hacer lo mismo, o detectar oportunidades y problemas
claramente.
Talentos: las empresas triunfadoras desarrollan
y conservan talentos. Una de las señales de progreso es que la empresa logre
reemplazar fácilmente a los profesionales que se han ido a la competencia. En general,
las perdedoras tardaron dos veces más que las triunfadoras en encontrar
ejecutivos. Todavía es común que las empresas se deshagan por no perder un cliente, pero no muevan un dedo para conservar
a un empleado.
Innovación: significa tener coraje y estar dispuesto a “canibalizar” productos o procesos antiguos en favor de uno nuevo, aun en los detalles más simples del negocio.
Alianzas estratégicas: hacer alianzas estratégicas es una manera de crecer rápidamente. Las empresas que tienen éxito privilegian negociaciones menores y más frecuentes. En general compran empresas de 20% de su tamaño, cada dos o tres años.
Bibliografía:
- Chiavenato, 2013. Recuperado el 20 de Abril del 2016. https://l.facebook.com/l.php?u=https%3A%2F%2Fcdn.fbsbx.com%2Fhphotos-xpt1%2Fv%2Ft59.2708-21%2F11403769_10153041140810958_331419121_n.pdf%2FLIBRO-12-Administracion-de-recursos-humanos.-El-capital-humano.pdf%3Foh%3D62cba3e9da2a9f34f3d61fc33f2b0aef%26oe%3D5719D995%26dl%3D1&h=ZAQHdcQIn
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